Román consiente explotar el bar del zoo municipal sin contrato durante un año
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El bar terraza del zoo municipal de Guadalajara, que se gestiona mediante concesión administrativa del Ayuntamiento, lleva todo el año 2017 funcionando sin contrato y sin que el propietario del negocio pague un solo euro a las arcas municipales, además de arrastrar miles de euros de años anteriores. “Una situación completamente irregular que Antonio Román ha consentido, pese a que hace ya varios años que debería haber intervenido para evitarla”, denuncia Víctor Cabeza, concejal del Grupo Socialista.
La concesión para la explotación del bar mesón terraza del zoo municipal, adjudicada en el año 2007, finalizó el 30 de diciembre de 2016, sin que el alcalde y su equipo encontrasen tiempo a lo largo de esos diez años para convocar el preceptivo concurso para una nueva adjudicación. “Por lo tanto, a partir del 31 de diciembre de 2016, ese negocio, que explota una instalación municipal, ha continuado abierto en una situación del todo irregular, debida única y exclusivamente a la desidia del señor Román”, indica Cabeza, quien recuerda que “el caos de la gestión del Gobierno municipal en relación con las concesiones administrativas de establecimientos de hostelería en espacios municipales es algo que desde el PSOE llevamos años denunciando”.
En el caso del bar mesón terraza del zoo municipal, además de haber incumplido su obligación de convocar un nuevo concurso de adjudicación para que el establecimiento hubiese podido funcionar de forma legal, el alcalde de Guadalajara ha permitido al concesionario explotarlo durante varios años sin pagar el canon correspondiente al Ayuntamiento, así como algún impuesto o tasa municipal. En concreto, el adjudicatario de la explotación de este establecimiento debe actualmente al Ayuntamiento, es decir, a los vecinos de Guadalajara, los cánones de los años 2012, 2013, 2014 y 2015, además de las tasas de basura. La deuda total asciende a más de 17.000 euros.
“El impago del canon anual que estas concesiones tienen que abonar al Ayuntamiento, con que se produzca un solo ejercicio, es motivo suficiente de rescisión de contrato y convocatoria de un nuevo concurso, pero estamos ante un nuevo caso en el que Antonio Román mira para otro lado y permite que determinadas personas y empresas acumulen deudas durante años sin tomar medidas”, critica Víctor Cabeza.
Román abrió expediente para declarar la caducidad de la concesión el 13 de septiembre, nueve meses después su finalización.
El edil socialista recalca que, en este caso, “la despreocupación y desidia del alcalde ha batido un nuevo récord, porque después de finalizar la contrata y continuando abierto el bar terraza del zoo municipal en situación irregular desde el 1 de enero, el Ayuntamiento no comunicó hasta el mes de mayo al concesionario que debía abandonar la instalación” y “no fue hasta el 13 de septiembre, nueve meses de finalizar el contrato, cuando inició el expediente para declarar la caducidad de la concesión”.
El resultado es que el bar terraza del zoo municipal lleva todo 2017 abierto y funcionando en situación irregular, sin contrato y sin pagar sus deudas al Ayuntamiento, algo que a Víctor Cabeza le parece “inexplicable si se compara con los apremios y cobros ejecutivos a cualquier vecino que se retrasa mínimamente en el pago de un impuesto municipal o con las excusas pretendidamente legalistas que Román suele esgrimir para entorpecer todo lo posible la tramitación de expedientes y concesión de licencias que afectan a otras administraciones”.
